El mismo enemigo
Buenos Aires, Argentina.

Los ojos miran de frente. El frente es el futuro.
A los ojos apuntaron Piñera, el Estado y el Poder.
A los ojos dispararon las fuerzas represivas.
No hay pero ciego que el que no quiere ver. En Chile hay una rebelión. En Argentina lo comparamos con nuestro 2001. Ese momento histórico del BASTA. Decir basta y crear algo nuevo. Nuevas políticas, más política, que significa: más derechos, más trabajo y mejores condiciones, dignidad, igualdad, educación y salud públicas y de calidad, una economía con posibilidades para todos y todas. Y las rebeliones o revoluciones o las ganas de cambiarlo todo implica salir a la calle y poner el cuerpo. También pensar y analizar. Chile como muchos países latinoamericanos están sufriendo los abusos del Poder, de las corporaciones, y de los políticos ajenos al pueblo. El enemigo es el mismo. De seres despreciables como su presidente Sebastián Piñera y la brutalidad de los carabineros.
A esto se le esta diciendo Basta. No son solo palabras: Manifestación, protesta, represión, detenidos, heridos. Son hechos. Democracias disfrazadas con olor a Dictadura. Sí, hoy se respira mierda en Chile. Una historia de muertes y desaparecidos que se vuelve a repetir. El mundo arde, nuestros países también. Llego la hora de crear un mundo nuevo: mejor, solidario, equitativo, que nos incluya a todos y todas. Habrá avances y retrocesos, como siempre. Habrá políticos y partidos que jugarán a favor y otros en contra. Habrá jóvenes, mujeres, trabajadores, jubilados, pueblo a favor y otros en contra. La unión hace la fuerza.
Se esta luchando hoy. Se esta pensando hoy. La historia se está escribiendo hoy.
Hoy las palabras de Salvador Allende están más vigentes que nunca:
"Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino.
Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor".